lunes, 30 de marzo de 2009

La moral selectiva

Al parecer como sociedad, no sólo tenemos una memoria selecitiva, si no que ahora los colimenses tendrémos también, una moral selectiva. Al menos eso pretenden los que insisten en defender a Mario Anguiano, pues han llevado acertadamente la discusión al plano de la asociación delictiva, donde también yo, estoy convencido de que Mario no tiene vínculos con el narcotráfico, al menos hasta que no se demuestre lo contrario.

Lo que sí es penoso, es ver (leer) cómo los múltiples columnistas pretenden hacer que se ignore la parte moral del tema. El canditato tiene un familiar narcomenudista, y este sin lugar a dudas debió envenenar a los suficientes jóvenes como para ser evidenciado antes las autoridades y encarcelado. Mario pertenece a esa familia, y por lo tanto como tal, han envenenado a los integrantes de otras familias.

Pero al parecer nadie se ha cuestionado ¿qué piensan de Mario Anguiano los padres de los jóvenes que le compraban drogras al hermano de este? En serio creémos que por el hecho de que él no acometió el acto personalmente, las familas de los jóvenes envenenados lo perdonarán. ¿Qué padre, de qué victima salulda al hermano del victimario? ¿Qué madre de qué hija, saluda al hermano del violador de su hija? ¿O para las drogas esto no cuenta?

Ahora resulta que somos una sociedad abierta y moderna, que los vínculos sanguíneos no influyen en nuestras opiniones hacia los demás. Mario Anguiano definitivamente no tiene respaldo moral para gobernar. Votar por él esvalidar que la familia no importa. Que como hermanos, como padres, podemos deslindarnos de la educación de nuestros hijos y hermanos. Eelegirlo es hacerle a los delincuentes la vida más liviana. Puesto que no acarren consecuencias hacia sus familiares, estos siguen teniendo oportunidades de vivir mejor, "mira mi hermano a pesar de yo ser un delincuente, se supera, será Gobernador de Colima".

La gente de los poblados y rancherías, a pesar de que muchos queremos ver a Colima como una ciudad moderna y abierta, las personas de las zonas rurales (de donde viene Mario) , nuestros orígenes, siguen dándole un peso específico a la familia, y como tal son todos los integrantes de la misma. No hay con que, fue fulano pero no sultano, si se apellidan igual, son lo mismo. Así es la sociedad colimense, así somos, y no podemos ahora creernos el cuento de que Mario no tiene "nada que ver" con su hermano. Claro que no en el acto, pero sí tiene una corresponsabilidad moral con lo que hagan sus familiares, desde luego que sí, porque así somos los colimotes.

Porque en colima no tenemos una moral selecctiva, nunca la hemos tenido. Si la muchacha sale embarazada antes del matrimonio, la madre llora el fracaso como si ella hubiera fallado, y trata de evadir a la familia (tíos, primos, abuelos), y la familia culpa por igual al papá como a la mamá, porque en colima las familias son así, todos son uno mismo; si el muchacho llega borracho haciendo escándalo en el vecindario, el padre se siente aludido y apenado con los vecinos, aunque él no haya tomado, así es Colima.

Por eso hoy no podemos decir que la familia una cosa y el individuo es otra; en Colima afortunadamente somos un sociedad de familias unidas, de domimngos familiares, de reuniones matriarcales, o qué ¿Mario no tiene la tradición de juntarse con su famila los domingos?